“Un padre le dijo a su hijo: te graduaste con honores, aquí tienes un coche que compré muchos años atrás… tiene más de 50 años de antigüedad.
Pero antes de dártelo, llévalo al compraventa de usados del centro y diles que lo quiero vender a ver cuánto te ofrecen.
El hijo fue al compraventa de usados, volvió con su padre y le dijo: “Me ofrecieron 1,000€ porque se ve muy desgastado».
El padre dijo: “llévalo a la casa de empeño»
El hijo fue a la casa de empeño, volvió con su padre y dijo: “La casa de empeño ofreció 100€ porque era un coche muy viejo».
El padre le pidió a su hijo ir a un club de coches clásicos a enseñarles el coche
El hijo llevo el coche al club, regresó y le dijo a su padre: “unas personas en el club ofrecieron 100,000 € por el, ya qué es un Mustang clásico y muy buscado entre los miembros del club”
El padre dijo a su hijo: “Quería que supieras que el lugar correcto te valora de la forma correcta»…
Sí no eres valorado, no te enfades, significa que estás en el lugar equivocado. Aquellos que conocen tu valor son aquellos que te aprecian, nunca te quedes en un lugar dónde nadie vea tu valor.»
Lo leí por ahí…