Un adolescente vivía en un clima de discordia, humillación y momentos tensos con su padre que no paraba de descalificarlo, y a lo que su madre por temor no se metía ni defendía.
Sus hermanos siguiendo el ejemplo de la casa, tampoco se metían y ante cualquier situación aprovechaban para descalificarlo tal cual hacia su padre. Las burlas siempre eran contra su aspecto físico, por la forma en que caminaba, por su tono de voz, por su apariencia… y así, todo contribuyo a que se sintiera despreciado y con muy baja autoestima.
En el colegio, su actitud fue haciendo que sus compañeros comenzaran de a poco a ejercer la misma violencia contra él. Hasta sus grandes amigos, poco a poco se fueron yendo de su lado y cayeron en las criticas y burlas contra el.
Un profesor, que en el tiempo fue observando estos cambios, tanto en el adolescente como en sus compañeros, decidió tomar partido y actuar en consecuencia.Anuncios
Un día después de clase, le pidió al niño que se quedara, a los que el chico de mala gana hizo lugar. Fue ahí que el profesor saco de su bolsillo un billete de fuerte denominación y en estado impecable, se lo mostró y ofreció, a los que el alumno con brillo en la cara acepto, pero cuando lo estaba por agarrar, el profesor retiro el billete, lo estrujo y se lo volvió a ofrecer.
Se lo volvió a ofrecer, y antes le pregunto: “Igual lo quieres?”, a lo que el alumno le contesto que si. Con esa respuesta, el profesor puso el billete en el suelo y lo pisoteo una y otra vez, volviendole a preguntar “lo quieres?” y el niño volvió a responder “SI”
Para ese momento y ante esta respuesta el profesor volvió a llevarse hacia si al billete y lo escupió muchas veces. Luego de esto se lo volvió a ofrecer: “Ahora si que es tuyo: Todavía lo quieres?” y con voz muy fuerte el niño contesto: “si por supuesto que lo quiero” Pero porque quieres un billete arrugado, pisoteado y escupido? dijo el profesor a lo que el niño respondió:
“porque a pesar de todo, el valor es el mismo!!!!”
Fue en ese momento en el que el profesor le dijo: “Has aprendido muy bien la lección, ahora aplicala en tu vida. Al igual que el billete, cada uno de nosotros tiene valores que nadie nos puede quitar, así te maltraten , humillen o desprecien. A pesar de todo esto tus valores seguirán siempre siendo los mismos”
Así, con esta buena lección, el niño se levanto mucho mas firme, con mejor actitud y comenzó a valorar estos aspectos de su vida que sin querer estaba dejando de lado por conductas que estaban ejerciendo contra el. Y así con esa nueva actitud, muy rápidamente consiguió que las cosas en su entorno cambiaran.