Ayer un niño vino y comenzó a tirar piedras contra nuestras cámaras de seguridad y contra nuestra muralla.
Ensució las paredes con barro. Pudimos identificarlo. No pudo negar el hecho al ser grabado.
Sólo queríamos una disculpa. Pero en un hecho de gran responsabilidad, su madre le enseñó modales.
Lo trajo y le puso a limpiar el perjuicio que causó. Para que aprenda que cada hecho trae consecuencias. Madres así se necesitan.
Porque está educando y criando a su hijo de una manera correcta. Una madre así endereza el camino de cualquier potencial vándalo en el futuro. Mis respetos.